PUNISHER MAX: Jason Aaron y Steve Dillon

Hablando de cómics – Desde que la marcha de Garth Ennis dejara la colección Punisher de la línea Max de Marvel en un casi suspenso, roto únicamente con algunos arcos argumentales realizados por diferentes autores, contando historias sueltas sin un hilo argumental entre ellas (y para ser sinceros, con diferente suerte creativa cada una), ahora la colección vuelve con un flamante nuevo número uno, nuevo equipo creativo y nueva cabecera. El encargado de volver a colocar a Frank Castle en el violento lugar que le corresponde ha sido el americano Jason Aaron, guionista que en tan solo seis años más o menos, ha conseguido pasar de ser un casi completo desconocido a uno de los guionistas más importantes del actual panorama comiquero americano. Primo del novelista que escribió la novela en la que se basó Kubrick para hacer La chaqueta metálica, este guionista oriundo de Alabama, escribe ahora mismo la que para mí es la mejor serie de la línea vértigo de DC y una de las mejores series que hay en el mercado actual Scalped (serie de la que ya hablaremos en otro momento).

Max Punisher. Portada y personaje de Kingpin por Dillon

En esta primera entrega del Punisher Max, titulada Kinping y a lo largo de cinco capítulos (incluidos en el tomo Panini pone a la venta), Aaron es el encargado de traernos a este particular universo Marvel, una versión Max del personaje Wilson Fisk alías Kinping, alejada bastante de la que tan bien conocemos en el universo tradicional. Para ello el bueno de Jason ha mimetizado a la perfección el estilo y la forma que Garth Ennis imprimió en su versión de Punisher, pero sin limitarse a quedarse en una mera copia del original. Aaron no ha hecho tabula rasa con lo anteriormente escrito por Ennis, sí no que lo ha integrado en su historia, soltando detalles por aquí y por allá que enlazan sus guiones con la anterior etapa.

Max Punisher. Los metodos de Punisher y Kingpin son idénticos

Con tan solo un arco argumental es pronto para juzgar un trabajo, pero si sigue por ese camino, nos esperan unas horas apasionantes de lectura (eso sí, no es una lectura apta para todos los públicos, porque si el Punisher de Ennis era violento e incluso desagradable, Aaron no se queda atrás, llegando en algunos momentos a superar en crudeza y lenguaje sucio y descarnado al maestro irlandés).

El argumento (del que no me extenderé mucho para no revelar posibles spoilers) nos cuenta el brutal ascenso de Kinping al poder del mundo del hampa, en una narración llena de continuos flashbacks al violento pasado de Wilson Fisk. La historia está centrada en el personaje de Fisk y él es el principal protagonista del cómic. En esta ocasión el Punisher se limita a actuar como un mero comparsa de la acción, siguiendo los acontecimientos a su brutal manera (sembrando el cómic de cadáveres de mafiosos) y dejándose llevar por el argumento hasta la sorpresa final.

Max Punisher. Punisher está hecho un «manitas»

En el apartado gráfico tenemos de vuelta a Steve Dillon, dibujante que ya conoce de sobra a Punisher de su anterior colaboración con Ennis cuando ambos estuvieron juntos en el título. Dillon es un dibujante perfecto para este tipo de historias y creo que Aaron ha adaptado su estilo al dibujo de Dillon, potenciando los puntos fuertes del dibujante. Y aunque es cierto que este no es su mejor trabajo, pero aun así consigue con su trazo sencillo y claro meternos de lleno en esta violenta historia. La caracterización de los personajes es perfecta, ya que Dillon consigue siempre que todos los mafiosos que aparecen tengan su estilo bien definido, pero conservando ese tufillo de depravados sexuales/tarados que tan bien sabe lograr.

Un cómic altamente recomendable para cualquier lector de estómago fuerte, pero advirtiendo que si no te gustó la etapa anterior de Ennis, es mejor que te abstengas de esta compra.

Enlaces de interés:

«ASTONISHING SPIDER-MAN Y LOBEZNO DE JASON AARON»

«MARVEL NOW: THOR: GOD OF THUNDER DE JASON AARON»

Javi Cano